El de hoy es un hábito pequeño y fácil de aplicar que puede tener un gran impacto en cómo te sientes cada día. Mi sugerencia esta vez consiste en que te pongas una alarma para irte a la cama. Casi todo el mundo se despierta con una alarma pero ¿cuánta gente la usa para acostarse? Lo hacemos con nuestros hijos porque queremos que descansen bien, así que ¿por qué no hacerlo nosotros también?
Hacerlo te ayudará a evitar llegar ese punto en que estás agotado pero no puedes dormir; te pones a ver la tele o a mirar los emails o a picar algo, y ya te desvelas. Y entonces crees que no estás cansado, pero en realidad estás agotado.
Las investigaciones demuestran que la mayoría de los adultos necesitamos 7 horas de sueño. Así que ¡dale a la calculadora! Sabes a qué hora te tienes que levantar, así que cuenta hacia atrás 7 u 8 horas y pon la alarma para acostarte. Además, ahora muchos teléfonos ya incluyen esta opción.
Yo la pongo a las 11:30. ¿Y tú?
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