La famosa kale, es decir, la berza de toda la vida para los de Galicia (y otras zonas del norte) es el alimento de moda desde hace unos años. Es verdad que el nombre kale suele usarse para una variedad distinta de la berza norteña; es un tipo de berza rizada. Forma parte de la familia de las crucíferas (brócoli, rúcula, coles de Bruselas, repollo, coliflor, grelos, nabiza, nabo, etc.), unas de las verduras más sanas y con más nutrientes, además de contener buenos precursores del glutatión, uno de los antioxidantes más importante en el cuerpo.

Esta receta puedes usarla cuando te sobre berza o kale, o simplemente cuando quieras tener un snack sano y distinto. Y sobre todo ¡MUY CRUJIENTE!

Chips de kale

TIEMPO TOTAL: 20 MINUTOS

INGREDIENTES

• 1 manojo de kale (berza rizada)

• 1 c de salsa de soja

• 2 c de aceite de oliva virgen extra

• zumo de 1/2 limón

• 1 c de comino en polvo

• 1 c de cúrcuma en polvo

INSTRUCCIONES

• Precalentar el horno a 200 ºC.

• Lava bien el kale. Agarra cada rama por la parte inferior del tallo y desliza apretando de abajo arriba para separar las hojas del tallo. Rompe las hojas trozos del tamaño de patatas fritas de bolsa.

• En un cuenco, mezcla todos los ingredientes para el aliño y unta bien los trozos de kale. Amasa bien con las manos para que se impregne.

• Esparce las hojas aliñadas en una bandeja de horno sobre papel de hornear. Cuanto más separado lo dispongas en el horno, más crujiente quedará. Llena bien la bandeja sin superponerlas demasiado, ya que luego se reducirán mucho.

• Hornear a 150 ºC unos 12-14 minutos. Luego abre el horno (pero no lo apagues aún), remueve las hojas para que se hagan por todas partes y, ATENCIÓN, esta vez coloca una espátula de madera u otro utensilio pillada por la parte de arriba de la puerta del horno, de manera que quede una rendija y salga el vapor de agua de la cocción, y así no se ablandarán y quedarán súper crujientes. OJO: no te separes del horno porque, como sigue encendido, puede quemarse con facilidad. Déja que se sigan horneando 5-8 minutos o hasta que las toques y estén todas crujientes. Si les queda muy poquito, puedes apagar el horno y dejarlas dentro con la rendija para que salga el vapor y no se ablanden.

• Una vez bien frías, guárdalas luego en un tupper hermético con una servilleta de papel o trozo de rollo de papel de cocina para que absorba las posibles humedades que se generen dentro.

• Cómelas en 2-3 días como mucho.