Estos crackers son un vicio. Solo tienen 2 ingredientes imprescindibles y son aptos para protocolo autoinmune (AIP).
El plátano macho verde es una fuente increíble de fibra prebiótica y gracias a estar verde el índice glucémico es mucho menor que si lo dejamos madurar.
2 plátanos machos verdes grandes pelados y cortados en 6-7 trozos
40 g de AOVE, ghee o aceite de coco (o mantequilla de pasto pero ya no sería AIP)
1 c de sal
1 pizca pimienta negra
especias al gusto: me gusta combinar 2 c de orégano, 1 c de ajo en polvo
(opcional) semillas de sésamo para decorar (u otras que no sean muy grandes: girasol, chía, amapola…)
Batir los plátanos con el AOVE y las especias (no las semillas) Al ser duro y seco el plátano macho, tendrás que mover la masa varias veces con ayuda de una cuchara para que se triture todo bien y quede homogéneo. Es mucho más fácil triturarlo con la BATIDORA DE MANO, la que se suele usar para mayonesas.
Colocar entre dos papeles de horno y aplastar con un rodillo hasta alcanzar un grosor de 1/3 de dedo meñique más o menos.
Retira el papel de arriba (no lo tires) y hornea durante 10 minutos con el horno precalentado a 200 ºC.
A los diez minutos, saca la bandeja y corta con un cuchillo la forma de crackers que quieras. Espolvorea ahora con semillas y algo de sal gruesa. Coloca el papel que retiraste y aprieta ligeramente para que las semillas y la sal se incrusten bien.
Hornear a 200 ºC durante 30-40 minutos o hasta que se doren. A los 15-30 minutos vigila las crackers de los bordes, que se hacen más rápido. Retira las que ya estén tostadas (las de los bordes) y ponlas sobre un paño, papel de cocina o una rejilla para que enfríen sin coger humedad. Vuelve a meter el resto de masa y deja que termine de hacerse.
IMPORTANTE: tienen que estar tostadas y duras en el horno. Si están amarillas y un poco blandas, seguramente se queden blandas al enfriarse también, así que déjalas más tiempo hasta que se tuesten y endurezcan. Una vez enfriadas, puedes guardarlas al vacío 7-10 días.
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