El kitchari es un guiso de judías mungo (mung dahl) típico de la medicina ayurvédica india. Según la medicina Ayurveda, ofrece nutrientes esenciales para apoyar al sistema digestivo en su proceso de desintoxicación y limpieza. Quizás te sorprenda que se recomiende un plato de legumbres para mejorar la digestión, pero lo cierto es que las judías mungo están peladas y cortadas, lo que las vuelve mucho más digestivas que casi cualquier otra legumbre.
En esta receta te presento la versión más simple y digestiva: sin grasas ni verduras ni proteínas añadidas. Recuerda que la inclusión de proteínas animales (y en menor medida pero también las grasas) junto con alimentos ricos en almidón como las legumbres y los cereales dificulta y ralentiza el proceso digestivo, lo que da lugar a pesadez, hinchazón y, a la larga, un sistema digestivo dañado. No obstante, si tu “fuego digestivo”, como lo llaman en Ayurveda, o sea, tu capacidad de digestión no está mermado, añade un sofrito con base de ghee (mantequilla clarificada), verduritas y acompaña de alguna proteína animal si te apetece darle más intensidad y hacer un plato más contundente.
La mezcla de especias aporta una dimensión de sabores que te transporta a la India mientras refuerza la digestibilidad de las legumbres y favorece la expulsión de los gases, para así evitar que te sientas hinchada todo el día.
Kitchari: guiso ayurvédico de judías mungo (mung dahl)
INGREDIENTES
240 g de judías mungo amarillas cortadas
80 g de arroz basmati blanco
2 l de agua
2 hojas de laurel
1 C de jengibre fresco rallado o muy picadito
1 c de cúrcuma en polvo
1 c de comino en polvo
1 c de c semillas de mostaza negra
1/2 c de cilantro en polvo
1/2 c de semillas de hinojo
1/2 c de semillas de fenogreco
1 pizca de hing (opcional): preparado indio a base de asafétida, una especia digestiva y carminativa que ayuda con los gases.
cilantro fresco picado para servir (opcional)
Sal marina
INSTRUCCIONES
- Para una digestibilidad óptima, deja las judías y el arroz a remojo toda la noche en recipientes distintos con agua tibia y 1 chorro de zumo de limón o vinagre de manzana. Al día siguiente, tira el agua, lava bajo el grifo hasta que el agua salga transparente y escurre bien.
Si eres sensible a las legumbres o tu digestión no es a prueba de balas, blanquea las legumbres: consiste en ponerlas en agua fría con el fuego al máximo hasta que rompan a hervir. Saldrá una espuma blanca e incluso suciedad. Escúrrelas, lávalas y repite el proceso. Así 3 veces o hasta que no se forme mucha espuma. Esto eliminará las lectinas y saponinas, antinutrientes típicos de las legumbres y los cereales que secuestran minerales, empeoran la digestión e incluso pueden agravar la inflamación intestinal.
En una olla tuesta ligeramente las especias (salvo el laurel) para que suelten bien los aromas. NO ECHES LA SAL hasta el final o las legumbres tenderán a quedarse más duras.
Añade ahora las judías y el arroz previamente lavados, el laurel y el agua. Pon el fuego al máximo hasta que hierva. Deja hervir a fuego medio-alto durante 10 minutos. Después baja el fuego, tapa y deja borbotear durante 40-50 minutos o incluso más tiempo. Si quieres un plato verdaderamente digestivo debes obtener una consistencia deshecha, casi de puré.
Ajusta ahora de sal y sirve con cilantro fresco picado si eres de las personas que no odian esta hierba.
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