Hoy en día parece que hay pocos tapujos y que se habla de todo, pero el tema de las heces sigue siendo muy tabú y causando vergüenza. Sin embargo, es fundamental conocerse en todos los aspectos. Y es que siempre nos estamos preocupando de que lo que nos llevamos a la boca sea de calidad, pero también es importante fijarse en qué se convierte una vez que ha pasado por nuestro sistema digestivo.
Las heces son el resultado de lo que has comido y lo que tu sistema digestivo ha hecho con tu comida. El resultado dependerá de si lo que has comido es digerible para ti y del grado de estrés y tensión que haya en tu vientre antes de comer (recuerda que las emociones afectan a nuestro sistema digestivo y viceversa). También afecta el estrés que provoca la propia comida: ¿Has masticado bien? ¿Estabas enfadada, con prisa o trabajando cuando comías? Y cómo te encontrabas mientras evacuabas también es importante: ¿Tenías prisa? ¿Estabas preocupado o leías tranquilamente? Todos estos factores conforman tus heces y te indican cómo te encuentras tanto a nivel digestivo como de estrés y tensión.
En la imagen tienes la escala de Bristol, una herramienta médica que clasifica las heces humanas. No se pueden diagnosticar enfermedades con esto, pero conocer el estado de tus 💩 es uno de los mejores indicativos para saber cómo va tu salud. Recuerda que la salud intestinal es clave para la salud general, y las 💩 es uno de los primeros indicativos de que algo puede estar yendo mal.
Para que te hagas una idea, lo saludable es ir al baño al menos 1 vez al día, TODOS LOS DÍAS. Ir 2 veces puede ser buena señal, pero más de 2 veces al día suele indicar un tránsito acelerado, alterado por alguna razón de estrés, intolerancia, daño en la pared intestinal, desequilibrio en la Microbiota, etc. En cuanto a la consistencia, lo mejor es que esté entre los números 3 y 4.
En lo que respecta al color, heces muy negras puede ser por presencia de sangre y deberías ir al médico. Claras o arcillosas puede ser por falta de bilis o mal funcionamiento del hígado o la vesícula. Si hay restos de comida sin digerir, algo falla en tu alimentación. Olores muy fuertes suelen indicar desajustes a nivel de la flora intestinal.
Si quieres mejorar alguno de estos síntomas, estaré encantado de ayudarte, especialmente con mi programa de reseteo intestinal.
Mientras tanto, ya tienes deberes: acostúmbrate a mirar antes de tirar de la cisterna.🤓
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